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mayo 10, 2021 4 Minutos

Con los padres llenos de tareas y trabajo, ¡las clases online son un desafío enorme! Los niños han tenido que pasar muchas horas frente a las pantallas y el tema es una preocupación permanente tanto para la familia como para los profesores. Hay angustia en las casas, y Caramba entrevistó a una profesora para que nos ayude con esta realidad.

Bernardita Domínguez es profesora de educación básica, y actualmente es coordinadora del Colegio Los Alerces. Ella nos da ideas para enfrentar este tema y “no morir en el intento”.

1. ¿Cómo debiesen enfrentar los padres el sistema de educación online?

Dejar a los niños en la puerta de la sala para que vayan solos a clases.

Los padres tienen un rol importantísimo en la educación a distancia. Son ellos, sobre todo en los más chicos, quienes se preocupan de que los niños estén en la clase online a tiempo, con sus materiales preparados, muchas veces de apoyo si no entienden, etc. Por lo mismo, sabemos que cuesta soltarlos y dejarlos en las manos de las profesoras. Para nosotras, es de gran ayuda que los niños, estando ya en un lugar tranquilo con su dispositivo y materiales para la clase, se queden sin la ayuda de un adulto. Dejar a los niños solos en sus clases online, desarrolla autonomía, autoconfianza, seguridad en que lo pueden hacer por sí solos. Ante cualquier inconveniente, vamos a buscar la mejor forma de resolverlo. De esta manera, podemos ver qué está aprendiendo realmente y qué necesita reforzar. Lo mismo sucede con las tareas o evaluaciones; dejen que sus hijos se equivoquen, denle la seguridad que ellos también pueden. Las clases online, evaluaciones, tareas, son las únicas herramientas que tenemos las profesoras en este momento de ver cómo están aprendiendo nuestros alumnos.

2. ¿Es bueno que se establezca un horario y rutinas en la casa para la educación online?

Levantarse y alistarse para las clases.

Una rutina bien establecida en la casa le da seguridad al alumno de saber qué es lo que viene. Por lo mismo, es de gran ayuda para un niño el mantener un horario establecido como si estuviese en clases presenciales. Con horario y rutina me refiero a levantarlos a determinada hora en la mañana, que puedan tomar un desayuno de forma tranquila, se vistan, peinen y laven la cara antes de comenzar el día de clases, un horario para juego libre y finalmente dormirse a una hora determinada. Esto ayuda a los niños a poder saber lo que vendrá e ir desenvolviéndose solos en eso. A su vez, también ayuda a los papás para que tengan una organización establecida en la casa.

3. ¿Cómo manejar la ansiedad de sentir que los niños NO están aprendiendo?

¡No decirles a los niños que este año se aprende menos!

Muchas veces los padres creen que sus hijos no están aprendiendo. Si bien no estamos en un año normal, son muchos aprendizajes los que están teniendo los niños en este minuto. Esa ansiedad que se genera en los padres por enfocarse solo en el ámbito académico, se transmite a los niños. Las profesoras sabemos la situación en la que estamos, y hemos priorizado los objetivos del año y sabemos en qué enfocarnos. Si un niño no está aprendiendo como queremos, nos vamos a preocupar de buscar diversas maneras de poder llegar a su aprendizaje. Por lo mismo, es que necesitamos que nos dejen ver cómo están sus hijos aprendiendo, si entienden o no lo que se ha visto en las clases. Así, para la clase siguiente, nos preocuparemos de retomar el contenido de otra manera para que todos nuestros alumnos puedan aprender. Si los niños asisten normalmente a las clases agendadas y hacen las tareas que se van pidiendo, están cumpliendo con los objetivos determinados para el año. Queremos que se queden tranquilos en que sus hijos no están perdiendo el año, están aprendiendo de una forma distinta.

4. Ser profesora online es aún más demandante y requiere de mucho trabajo.

¿Los padres perciben ese esfuerzo? ¿Sirve que los padres sean más comprensivos?

Las profesoras estamos haciendo un esfuerzo enorme por lograr mantener los contenidos de un año en un formato online. El trabajo de forma presencial nos permite el uso de material concreto, el trabajo con pizarrones y plumones, la interacción entre pares. Todo eso, en modalidad online es casi imposible, por lo mismo es que hemos tenido que cambiar casi de forma radical la forma de enseñanza que estamos acostumbradas. Tanto los papás como los profesores somos nuevos en esto, por lo mismo, siempre estamos abiertos a buscar formas de mejorar.

5. ¿Qué otras instancias hay de aprendizaje en la casa para preescolares?

Hacerles saber a los niños que son importantes para el funcionamiento de su casa.

Durante estos días que se encuentran en la casa, aprovechen la instancia de pedirle ayuda a sus hijos. Ellos también pueden, solo tenemos que darles tiempo para que vayan aprendiendo, lo logren y lo formen como un hábito. Hacer la cama, poner la mesa (de forma dirigida), dejar la ropa donde corresponde, ordenar el lugar donde tuvieron sus clases online, entre otras cosas, son grandes aprendizajes. De esta manera le estamos enseñando a nuestros hijos a ser ordenados, colaboradores, empáticos. El juego libre también es una buena instancia de aprendizaje donde desarrollan la creatividad, imaginación, tolerancia a la frustración, ensayo y error, entre muchas otras cosas. Si bien sabemos que no es un año normal, son enormes los aprendizajes que se pueden desarrollar en la casa y que estamos a tiempo de hacerlo.

6. ¿Es importante el juego “libre” en la casa?

Se guardan las pantallas para jugar, leer, bailar, pintar… ¡toca la hora de ser niños!

El juego libre es una gran instancia donde los niños desarrollan la creatividad, imaginación, crean sus propias reglas para un tiempo que no las tiene. Si bien hay un adulto cerca en el juego libre, está completamente dirigido y organizado por los niños. Son ellos los que buscan una forma de pasar ese tiempo, que no tiene nada establecido, en algo que a ellos sí los entretiene. Estos son los momentos en los que logran inventar grandes cosas, donde buscan, encuentran su propia tranquilidad, donde tienen su espacio. El juego libre deja de lado las pantallas, porque éstas no llevan a que sea un tiempo de creatividad y desarrollo personal.

Por Andrea Lanas H.